Dulce prado de caricias.
Aquellas que transitaron por tu cuerpo
y la memoria se encarga de evocar,
de ellas solo queda la nostalgia
y el vivo recuerdo.
Las que están por llegar,
solo viven en el deseo,
esas manos apretadas en un puño
y escondidas en el bolsillo
pronto explorarán los caminos del amor
y juguetearán con el vello.
Pero ay, las mejores de todas
son las que en este momento
están agitando mi pasión,
enardeciendo mi sangre
y ruborizando mi piel.
Que rojos son tus labios,
que rojas son tus mejillas,
que así vengan todas las noches.
"...que así vengan todas las noches."
ResponderEliminarBesos...